Ejercicio y cardiopatías

Al realizar ejercicio físico, el corazón trabaja más y se fortalece, siendo más eficiente en la entrega de sangre y oxígeno al cuerpo. Además, el ejercicio también ayuda a reducir la presión arterial, aumentar el colesterol HDL (el colesterol "bueno") y reducir el colesterol LDL (el colesterol "malo"), lo que previene la acumulación de placas de ateroma en las arterias.

Hablar de salud y corazón es un término muy amplio que abarca multitud de cardiopatías que pueden ser: congénitas (malformaciones) o adquiridas. Por ejemplo, afectaciones estructurales propias del miocardio (miocardiopatía dilatada, hipertrófica o arritmogénica), enfermedades valvulares (estenosis, insuficiencias o prolapsos), afectaciones del pericardio, canalopatías, masas cardíacas o enfermedades vasculares (coronarias o de la aorta). Siempre que no haya intolerancia al ejercicio, la actividad física supervisada es una muy buena herramienta para fortalecer el corazón.

Sin embargo, si tienes antecedentes familiares, factores de riesgo (presión arterial alta, hipercolesterolemia, instalación de un DAI o marcapasos, entre otros más) o estás en tratamiento de una enfermedad cardiovascular (como las anteriormente descritas), debes hablar primero con tu cardiólogo y realizar una prueba de esfuerzo antes de comenzar un programa de ejercicio físico para valorar el riesgo-beneficio. Tu médico puede evaluar tu estado de salud y determinar qué tipo y cantidad de ejercicio es seguro y apropiado para ti. Del resto, nos ocupamos nosotros. En paso a paso diseñaremos un plan ameno y adaptado a tus hábitos y preferencias para que integres el ejercicio físico en tu día a día y disfrutes de todos sus beneficios.

El ejercicio ayuda a mantener un corazón y unos vasos sanguíneos saludables, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.

El ejercicio físico supervisado aporta enormes beneficios para la prevención y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Al adaptarse a las necesidades específicas de cada persona, tomamos en cuenta tus limitaciones físicas, condiciones médicas y objetivos personales para mejorar la eficacia y la seguridad de cada ejercicio. Al cabo de poco tiempo serás capaz de percibir los primeros beneficios, tanto físicos como psicológicos.

Un método seguro para incorporar el ejercicio individualizado en personas con cardiopatías

En paso a paso defendemos la personalización completa en todos los planes de entrenamiento y salud para evitar riesgos y ayudarte a conseguir tus objetivos de forma coherente y progresiva. Así resumimos nuestro método para integrar el ejercicio físico en personas con riesgo o tratamiento de enfermedades cardiovasculares:

Entrevista inicial:

Antes de diseñar un programa de ejercicio para ti, realizamos una entrevista inicial para conocer tus objetivos, hábitos, estado de salud e historia clínica. Si estás en tratamiento, te preguntaremos por el cardiólogo o profesional médico que te hace seguimiento para podernos coordinar bajo su supervisión. Esta evaluación nos permite adaptar los entrenamientos a tus condiciones actuales para que mejores de forma segura, amena y progresiva.

Prescripción individualizada:

Adaptamos la intensidad, duración y tipo de ejercicio a tus necesidades, teniendo en cuenta factores como edad, estado de salud y objetivo personales. La prescripción de ejercicio individualizado nos permite garantizar que podrás efectuar los ejercicios de manera segura y efectiva.

Supervisión continua:

Nuestro método se caracteriza por la supervisión continua por parte de nuestro equipo. En caso de realizar los entrenamientos a distancia, cada semana nos pondremos en contacto contigo para saber cómo te sientes y adaptar los ejercicios a tus circunstancias. De lo contrario, si optas por las sesiones presenciales, el seguimiento y evolución de los ejercicios será diaria.

Adaptación gradual:

Para personas con enfermedades cardiovasculares, la adaptación gradual en el programa de ejercicios es esencial. Gracias al seguimiento personalizado, adaptamos la intensidad, duración y tipo de ejercicio de forma progresiva para que avances hacia tus objetivos con seguridad y eficacia.

Monitorización de la actividad:

Según qué caso, será necesario monitorizar tanto la saturación de oxígeno, cómo la presión arterial de las personas durante el entrenamiento. Además, también se hará un seguimiento de la frecuencia cardíaca y, si es necesario, se utilizará la telemetría para garantizar la seguridad de las personas con más riesgo.

En paso a paso contamos con una rama especializada en ejercicio y salud. Si quieres prevenir o complementar tu tratamiento con ejercicio físico individualizado, contáctanos y atenderemos tu caso de forma totalmente personalizada.